Reseña: The Flash apuesta a la nostalgia
La primera aventura en solitario de Barry Allen apuesta a la nostalgia y se olvida del futuro, para bien o para mal.
La primera aventura en solitario de Barry Allen apuesta a la nostalgia y se olvida del futuro, para bien o para mal.
Cuando se habla de la historia de DC Cómics en el cine, es imposible resistirse a la Superman original de Richard Donner, la sublime The Dark Knight de Christopher Nolan y por supuesto, la cinta que ha servido como molde para el cine de superhéroes que celebramos hoy día, la Batman de Tim Burton. Esta última, que ya es de conocimiento general, está muy presente en la más reciente propuesta del Universo de DC Cómics en el cine y una de las últimas de una fase que inició el director Zack Snyder con Man of Steel en 2010. ¿Pero dónde encaja The Flash, una propuesta que celebra la historia de esta marca en la pantalla grande?
La cinta del director Andy Muschietti (It) no será recordada como una de las más elevadas propuestas de DC, y es hasta posible que nunca pueda trascender el drama tras bastidores provocado por el comportamiento inaceptable de su protagonista, Ezra Miller. Si algo tiene a su favor esta película, es cómo luce despreocupada por impulsar, o en este caso poner punto final, a una historia fragmentada -con más bajos que altos- que se extiende a lo largo de casi década y media.
Aunque su primera secuencia parece indicar lo contrario, The Flash es una película que, en una movida opuesta a la estrategia de Marvel, decide mirar hacia atrás, literalmente, reforzando uno de sus argumentos principales. Incluso parecería que esa pieza de acción inicial tiene como propósito sacar del medio a algunos de los personajes más recurrentes de los últimos años, o para ser más específico, a los actores que los interpretan. Como ya había adelantado la publicidad, la cinta de Warner Bros. Discovery navega aguas que ya han sido exploradas en innumerables ocasiones: el viaje en el tiempo.
Basada ligeramente en el cómic titulado Flashpoint, The Flash narra la historia de cómo Barry Allen viaja al pasado para intentar salvar a su madre de una trágica muerte y a su padre de pasar el resto de sus días en la cárcel por un crimen que no cometió. Mientras que la historia original explora unas repercusiones más siniestras y alineadas al tono general de DC Cómics, el guión de Christina Hodson adopta un lenguaje ligero, mucho más fácil de seguir y que abre las puertas al homenaje de algunos de los personajes más legendarios de la marca, culminando en un confuso tercer acto que abandona toda lógica-como muchos otros intentos comerciales con temática de viaje en el tiempo- apostando finalmente al efecto nostalgia con resultados mixtos.
En su regreso como Bruce Wayne/Batman, el actor Michael Keaton es uno de los mayores aciertos de The Flash. Más de 30 años después de la última vez que lo vimos lucir la capa negra, el actor de 71 años luce impecable en sus secuencias de acción. Pero que los trailers y clips no engañen a nadie, pues esta sigue siendo una historia de Barry Allen… y por partida doble. En una movida sacada directamente de Back to the Future Part II y que ni tan siquiera intenta esconder, la película introduce a un segundo Barry Allen, también interpretado por Miller en una de sus mejores actuaciones desde We Need to Talk About Kevin, una de sus primeras muestras de un genuino alcance dramático. Lástima que el actor haya decidido manchar su legado con decisiones que debieron haberle costado el resto de su carrera. La dinámica entre ambos Barrys carga gran parte de la película y provee la chispa de humor en una propuesta sorprendentemente cómica, con trazos del humor que pudo haber existido en el guión original de Phil Lord y Chris Miller (The LEGO Movie).
Sasha Calle completa el elenco principal de la película como Kara Zor-El, prima de Kal-El, quien fue enviada a la Tierra a proteger al último hijo de Kriptón. En una sola película y con participación limitada, la actriz de ascendencia colombiana logra personificar el elemento de esperanza que Snyder ni el actor Henry Cavill pudieron proyectar con su versión estoica de Superman en tres entregas. Lamentablemente, Calle está atrapada en una historia que acaba cuando comienzan a rodar los créditos, con poca o ninguna posibilidad de un regreso en el futuro.
Como toda historia de viajes en el tiempo, excepto irónicamente su principal inspiración, Back to the Future, la película eventualmente se rinde ante su propia ambición y reglas, restándole solo un puñado de sorpresas que dejarán a unos sorprendidos y otros aturdidos. Cualquier intento de explorar todo aquello que no podemos cambiar, la pena causada por la pérdida y la frustración que traen consigo quedan sepultadas en una serie de cameos inesperados, la última carta que la cinta tiene para jugar cuando las millas empiezan a contar. Esto es suficiente distracción para que al final, la impresión sea una de celebración de todo lo que vino antes; los personajes que todos conocemos y los que solo una fracción pudiesen reconocer a simple vista. Es el truco más viejo y una de las tendencias más comunes del cine actual de superhéroes, uno que se ha sumergido en el abismo del multiverso con escaso entendimiento del mismo.
The Flash se exhibe actualmente en las salas de cine de Puerto Rico y Estados Unidos.