Reseña: "Los Lunes a las 9", la historia de "No te Duermas"
La producción puertorriqueña “Los Lunes a las 9” celebra uno de los programas más populares en la historia de la televisión local, pero también uno de los más criticados.
La producción puertorriqueña “Los Lunes a las 9” celebra uno de los programas más populares en la historia de la televisión local, pero también uno de los más criticados.
En la historia de la televisión puertorriqueña sólo ha existido un programa más despreciado y enjuiciado por su contenido que “No te Duermas”, un especie de “variety show” que en la década de los noventa transformó el modelo de producción televisiva en la isla, por eso de ser modesto. La realidad es que el programa para adultos, creado por el locutor Antonio Sánchez “El Gángster” y Gabriel Suau viró la televisión local patas arriba, y durante los 19 años que estuvo en el aire fue blanco de protestas e intentos de censura por organizaciones como Morality in Media y hasta algunos de los medios masivos más influyentes de Puerto Rico, entre ellos GFR Media.
Cuando el documental “Los Lunes a las 9”, se enfoca en la presión ejercida en su contra, es cuando único se acerca a tener un propósito; un norte claro. Por definición, el documental tiene como propósito arrojar luz sobre un asunto que, en ocasiones, es desconocido para la mayoría. En gran parte, los documentales son fuentes objetivas de información que buscan crear conciencia sobre algún tema, acontecimiento o sujeto en específico, aunque esto no es exclusivo de todos. En ocasiones, el documental también puede ser un vehículo de celebración. “Los Lunes a las 9” es mayormente este último; una excusa para auto celebrarse por logros que no son secretos para la audiencia puertorriqueña. Es la última oportunidad de exprimir una marca que debió tener cristiana sepultura el 30 de diciembre de 2008 cuando salió del aire, pero que por razones ahora más evidentes gracias a este documental, se ha mantenido moribunda durante 14 años.
Con la oportunidad de reflexión en su caras, el director y productores de “Los Lunes a las 9” prefieren pasar gran parte de su duración resaltando el humor barato y grosero de sus “sketches” e intentando convencer a la audiencia de que el Poder de la Semana se hacía con respeto y buen gusto.
Durante casi dos horas -divididas en doce capítulos- esta mezcla entre documental y recreación con actores celebra su existencia con clips del programa, incompletas historias de origen para algunos de sus personajes más populares e interminables elogios hacia Sánchez por parte de un elenco de entrevistados que le deben sus carreras a su tiempo o apariciones en el programa. El documental incluso logra que la participación de uno de sus mayores detractores, el pastor jubilado y fundador de Morality in Media, Milton Picón, se interprete como un rendimiento y eventual endoso tras décadas de rivalidad con Antonio Sánchez. Un poco de edición maliciosa al final del documental sugiere que Picón ha sido vencido por su propia admiración de un innegable talento creativo.
Toda crítica hacia el programa es descartada con líneas como “este programa era un vacilón” o con segmentos en que disfrazan de representación la burla hacia talentos queer. Aquí hay cero espacio para la auto-reflexión, pues para el equipo detrás de “No te Duermas” el programa fue perfecto durante casi dos décadas, descartando con facilidad y arrogancia las acusaciones hacia sus personajes, cuyas tendencias misóginas y homofóbicas eran palpables. Resulta fascinante como el documental incluso decide no incluir el origen de uno de sus personajes más populares pero a la vez el más desagradable, el Dr. Selastraga, un ofensor sexual que siempre conseguía que sus pacientes (mujeres) terminaran semidesnudas en su consultorio médico. Su casi total ausencia del documental responde a unas cualidades irredimibles que también pudiesen describir el resto del programa, y por afiliación, este documental.
El único intento de inyectarle a este proyecto algo de sustancia viene en forma de recreaciones de momentos claves en la historia del programa y su anfitrión. El rol de Antonio Sánchez recae sobre el actor Marcos Carlos Cintrón, quien se parece a Sánchez en los mismo que yo me parezco a Brad Pitt. Absolutamente nada. Las recreaciones habrían cumplido con su propósito de darle dimensión al documental, más esto finalmente lo evita el humor infantil con el que se trabajan; el mismo tipo de humor fácil que ha predominado en el cine comercial de Puerto Rico y del cual no se ha podido despojar por completo.
“Los Lunes a las 9” se exhibe actualmente en las salas de cine de Puerto Rico.
Puntuación: 3/10